Los Viejos Chicaleros

Tenemos una tradición aquí en la región que habla sobre los Chicaleros que es ancestral prehispánica, porque nos habla de un ritual sobre la lluvia

Esa magia que existe entre la naturaleza y lo místico, las ensoñaciones que podemos crear a través de esa vinculación, y que no todos lo vivimos porque a veces, no necesariamente tuviste que estar en determinado momento de la historia para saber quienes fueron los Chicaleros o de dónde vienen. Entonces, ese ritual donde se invoca a la lluvia, al dios de la lluvia para que pueda haber y que se genere mediante la agricultura el cultivo del maíz específicamente, porque de ahí viene la palabra chical.

Anteriormente, mi abuelo, que en paz descanse, también tenía un lugar donde conservaba el maíz, para consumo y para siembra, y así lo veías. Aquí hay un molino que ya no está en funcionamiento, anteriormente los dueños de ese molino también tenían una bodega llenísima de maíz. Las memorias que tengo de eso son reales, no es de que me contaron. Yo viví toda esa parte, donde crecí con las personas que cultivaban y que vivían.

José Manuel Blanco

Se ha perdido en el tiempo desde cuando se organizan y la intención original, pero coincide con las fiestas de la primera luna llena de primavera, que es la misma fecha en la que se da la pascua. La tradición originalmente empezaba el jueves santo y se extendía hasta el sábado de gloria.

Moisés Ayala

Los orígenes de esta festividad se pierden en los anales de la historia, es probable que sea una de las tradiciones más antigua del noreste del país y especialmente de Nuevo León. Este mitote se celebra en el marco de la semana mayor en los ejidos de la sierra madre oriental. Nace en San Francisco de los Blancos, la tierra de los viejos chicaleros, dicen con orgullo los habitantes más longevos de la región.

El nombre de Chicaleros proviene de la tradicional comida de Nuevo León, típica en estos días de guardar: los chicales, platillo que consiste en moler la mazorca de maíz para posteriormente guisarlo con cebolla, ajo, chile rojo y demás condimentos.

La sátira comienza desde el miércoles santo, y termina el sábado de gloria, con un gran mitote…la tradicional boda de los Chicaleros. Los chamucos andan sueltos. Dicen los lugareños, y con algo de razón. Pues estos seres extraños que provenían del inframundo salían a hacer sus diabluras en esta época del año.

La vestimenta de los chicaleros era propiamente una máscara de diablo costales y arapos, la cola se constituía de un mecate. No podía faltar el chirrión o látigo con el que asustaban a los visitantes, quienes tenían que ceder a sus caprichos y castigos, que consistían en bailar con la Chicalera y pagar una módica multa en especie o efectivo.

Esta aportación servía para realizar el sábado de gloria, la tradicional boda de los chicaleros.

José Manuel Mejorado

Los chicaleros son una forma de expresarse, también de divertirse, de ser sí mismo. Ya más profundo, hacen rituales, danzas, y es mucha la relación que se lleva con el agua. Es algo muy importante, porque es algo místico, pedir a los dioses que llueva mediante un ritual.

Demetrio Ayala

Estamos rescatando todavía esta gran tradición y no queremos que se pierda. Ahorita llevamos 4 generaciones los antepasados que anteriormente fueron los que iniciaron esta tradición. Fue un señor llamado Manuel Márquez, en una hacienda muy antigua que está aquí.

Es una cuestión religiosa porque anteriormente ellos le aclamaban al Dios poderoso para que derramara el agua, le hacían rezos, se inclinaban, Dios escuchaba y llovía bastante. En esos años había mucha cosecha en abundancia, mucho maíz, mucho frijol, mucho chícharo, muchas habas, mucho nopal.

Aquí mismo yo me acuerdo de mi papá, me quede en vez de él con este pedacito de tierra, aquí como había mucha cosecha mi papá y mi mamá se iban por los elotes y los traían para comer y traían el elote masivo para los chicales, que de ahí viene la tradición, los chicaleros, del chical. Una comida, realmente es lo que se hace más que nada, el chical, chicalito, los nopalitos, las albóndigas, el quitito del monte, las flores de palma, los capuches; es lo que la gente hace en estos días de Cuaresma.

En estos tiempos, desde atrás, ya la gente iba preparando la comida para días de semana santa y se iban a ver la fiesta de los chicaleros. Yo me acuerdo de que mi papá, Guadalupe Laroz Rodríguez, él era el jefe también de todos los chicaleros, aquí venían todos.

Aquí lo que hacemos el día del miércoles santo en adelante es la danza todo el día hasta las seis de la tarde. Y luego allá arriba ponemos un sonido con bocinas, ahí es donde se pone la figura del Chicalero y donde hacemos la danza. Ahí se acumula la gente, y la gente que no puede salir de día vamos y avanzamos a sus casas para que miren. Y así nos vamos hasta el viernes. Como la gente ya sabe, empieza a hacer las comidas de cuaresma.

Y el sábado de gloria ya es la peregrinación. Yo me voy de aquí temprano con mi carrito voy y traigo dos costales de hoja de pino seco y aquí hacemos el mono. Lo elaboramos como un viejo chicalero, le ponemos una máscara, lo llenamos de paja y ya como a las 4-5 montamos un burro y lo paseamos por la comunidad, danzando y la gente se emociona porque andamos con el burro y el mono arriba, realmente se pone bonito aquí, es parte de la tradición.

Y antes de que se acabe la fiesta hacemos una cruz de viejos chicaleros, hacemos el circulo grande todos los viejos hincados y le pedimos el agua, que queremos que llueva, para que pueda caer la cosecha. Entonces ya cuando se hace todo eso, ponemos el mono en medio con una varilla parado. le prendemos fuego que significa el demonio y ya acaba. Lo quemamos, nos paramos y damos aplausos y bailamos alrededor del mono.

Emilio Lara

Y muy importante, hacemos un circulo para pedir por el agua, que llueva bastante, Y luego viene la boda de las Chicaleras, que siempre se casan dos. Bailan un rato y nosotros andamos detrás de ella, las llevamos a una casa donde hay gente lista para que las preparen, luego ya ahí salen con la corona de novia, ahora sí, a la fiesta. Ya ahí andan paseando alrededor de todos los visitantes, para seleccionar a uno.

Ya que los casa, bailan el vals y con todos los que quieran bailar con los Viejos Chicaleros, las damitas y las señoras. Bailan un huapango bien zapateado. Al final nos quitamos las máscaras para que nos vean y tomen la foto y ya le damos terminación a la fiesta, es una fiesta muy bonita realmente, un show muy bonito.

Emilio Lara

Participamos más de 70 a 80 señores y estamos involucrando a las damitas también porque les está gustando.

En aquellos tiempos, no le daban permiso ni a los niños. Antes era puro viejo de respeto, puro viejo grande, con sus máscaras de cuero de chivo, venado, y de oso. Ellos hacían sus máscaras y mi madre, Marciana Lara Marguel, les ayudaba a hacer el traje de ixtle, su pantalón, camisa, máscara y chicote también.

También nosotros tenemos programados ir a pedir comida a las casas, llegamos a una casa y con el chicote sonamos el chirrión para que sepan que vamos a pedir comida, el chirrión truena masivo, la gente sale se asustan y nosotros vamos con una tina un bote, nos echamos un taquito de cada comida que elaboran. En ese día no hay quien coma carne, pura comida de cuaresma.

Emilio Lara

Las máscaras son de lámina. Necesita ser una lámina muy liviana para que no sea muy pesada. Se abren primero los ojos para que se levante la lámina, después de eso se le va formando la nariz, que tiene que quedar abierto adentro y afuera, medir bien para que no se vayan a lastimar y respiren bien. Después de que esté dibujado todo, hay que tratar de conseguir los cuernos que sean originales y que no sean muy pesados. Entre más secos estén, mejor. hay que centrarlos en el centro de la nariz y cortarlos, remacharlos con alambre o que los sostenga y queden asegurados. Se le pone pegamento para pegar la esponja para que no lástima. Después de eso, se busca la gamuza que coincida y se le pega.

Son cosas con las que tienes que tener material y darte ideas, porque yo las dibujo y me equivoco mucho, las tengo que borrar; es muy cansado porque tiene mucha tijera y hay que tener cuidado con no cortarse y saber manejar el material y los pesos. También hay gente que viene a pedir cosas diferentes y hay que saber checar.

Esta es la idea de la tradición, seguir haciendo más máscaras y conseguir materiales para que la gente se vaya fijando y que la tradición no se pierda y que siga. Para mi esa tradición tiene un respeto por los antepasados, por los abuelos de uno, que más que nada, son los que a veces nos contaban sus tradiciones. Y cuidar a los niños porque son la nueva generación que va a seguir haciendo las costumbres. En este caso tengo a mi hijo, él se fija como las hago, y para el día de mañana que él se vaya dando cuenta, para la misma gente y para uno mismo ayudarse.

En aquellos tiempos, todos los viejos chicaleros nos incabamos y le pedíamos a Dios la lluvia. Era muy bonito, y eso nos ayudaba. Ahorita, yo les digo, no dejen la tradición; que se vea como antes, que sigamos en lo mismo.

Juan Ángel Contreras

La danza ha servido mucho, porque antes había bastante agua, había todo lo suficiente.

Lo de los Chicales significa compartir el pan de cada día. La gente tenía esa costumbre de que si llegaban al mediodía, a la hora de la comida, cada quien iba por las casas con una cubeta a que les dieran su comida, y esa comida, nuestras madres la depositaban en una batea de madera para que no se echara a perder. Esa comida duraba dos o tres días y la gente compartía el pan con nosotros los Viejos Chicaleros.

En aquellos tiempos, todos los viejos chicaleros nos incabamos y le pedíamos a Dios la lluvia. Era muy bonito, y eso nos ayudaba. Ahorita, yo les digo, no dejen la tradición; que se vea como antes, que sigamos en lo mismo.

Don José Gamona

El Chical a veces se prepara revuelto con nopales y albóndigas de papas, que son molidas con huevo. También los frijoles de olla, que se limpian y se hierven con ajo en la lumbre, junto con lo demás. Las flores de palma, las cortan de las palmas, las limpian y las guisamos con chile rojo.

La capirotada se hace con pan blanco tostado en el comal, luego se hierve de piloncillo o miel y canela. Se le pone cacahuate, plátano, queso, pasas o uvas. Se prepara en capas, en un sartén.

El cambuche lo traen, limpian, cocen y se guisan igual. En los eventos como bodas o quinceañeras, se hacen asados de puercos bien sabrosos. Ahora hacemos sopas de arroz, de fideo, de tallarines porque antes no habían. los quititos son de los Magueys, se pican y se guisan con vegetales. Son sabrosos porque son de nuestra Tierra. Con el pinole, se tuesta el maíz en un comal y luego se muele en el molino como si fuera harina. Después se hace con miel de maguey cocida. Todo es original.

Yolanda Blanco Peña

Hay dos tipos de viznagas. Esta viznaga da lo que es el cambuche, que es una comida típica de cuaresma. Son los botones de la flor que ahorita están en su punto para tomarlos, se cortan verdes y se les dicen limas, porque tienen ese sabor. Estos se hierven, se muelen, se hacen tortitas o se hace un caldo; tiene varias preparaciones

Y de esta otra es de la que se hace el acitrol, la que dicen que no puedes pedirla porque está en peligro de extinción. De esta se hace, bueno aquí le dicen mermelada, pero viene siendo como un ate color verde. La diferencia entre las dos es que una tiene las puntitas amarillas y la otra las tiene rojas, también con la forma; una es alargada y otra se va hinchando.

Moisés Ayala

El costal con trapos viejos, colorido y sudado está en el suelo con olor amargo, ahí, se quedó el día anterior.

Sucia, polvorienta, la máscara sale de otro costal donde la puso la noche antes de las cervezas y después de la repartición de las ganancias, el chicote se lo llevó a casa para arreglarla y que sonara de nuevo. Anda cansado, los primeros días siempre son lo que más siente uno el cansancio para el sábado de gloria, ya el cuerpo está acostumbrado, pero se acaba la fiesta…

Se amarra los costales en el cuerpo, se pone la máscara, suena el chicote y está listo, siente que se ha puesto una coraza, un traje metálico que lo protegiera de las garras de los leones; sale cruzando una puerta que deja entrar los rayos del sol de la mañana, sale como un gladiador de Roma hacia el coliseo, le espera una faena de 8 a 9 horas bailando, enfrentándose a los turistas, guiandolos con la Chicalera, ebrios, algunos enojados otros o con resignación, con miedo, con pena.

Moisés Ayala (Detrás de las máscaras.2022)